jueves, 27 de noviembre de 2008

Precursores de la noción de resiliencia

La actitud existencial
El existencialismo es un movimiento en la filosofía y la psicología contemporánea que surgió en forma natural en diferentes partes de Europa y entre distintas escuelas del pensamiento. Tiene sus raíces en los movimientos de resistencia durante la segunda guerra Mundial y en las filosofías de Sören Kierkegaard (1813- 1855), martín Heidegger (1889- 1976) y Jean Paúl Sastre (1905- 1980). El nombre existencialismo proviene del latín exsistere, que significa “sobresalir” o “surgir”, y el enfoque existencial se centra en el ser humano, en la forma en que esta surgiendo y trasformándose.
En el pasado, filosofía occidental ha buscando por tradición la esencia del ser: los principios y leyes inmutables que se cree gobiernan la existencia. En la psicología, la actitud esencialista se expresa en el esfuerzo por entender a los seres humanos en terminas de fuerzas, impulsos y reflejos condicionados. Los existencialistas sostienen que una ley puede ser cierta y aún así no ser real. El existencialismo busca salvar la brecha entre lo que es cierto de manera abstracta y lo que es real de modo existencial (may y cols., 1958).
La actitud existencialista en ocasiones es criticada en forma errónea por describir al individuo como libre en absoluto sin restricciones de ninguna clase. La libertad es básica para el entendimiento del existencialista, Víctor Frankl, desarrollo una teoría llamada logoterapia, la cual sugiere que las personas realizan la libertad debido al cambio de una sociedad vertical (en donde la ética y los valores son dictados desde un nivel superior) a una horizontal (donde seguimos los mandatos de nuestra propia conciencia).
Víctor frankl
El enfoque de Frankl siempre ha sido de difícil clasificación e, incluso, valoración. Desde quien le ha considerado un oportunista, hasta quien le nombra creador de la “tercera escuela de psicoterapia de Viena” (la primera y la segunda vendrían encabezadas por Freud y Adler nada menos). Le situamos aquí dentro de la corriente existencial de la psicoterapia por un doble motivo: su extraordinario testimonio personal de reflexión sobre el sentido de la vida mientras era prisionero en un campo de concentración nazi, y por otro lado, la sistematización de esta reflexión aplicada a la psicoterapia.
En su obra “descubrir un sentido a la vida”, relata como han podido trascender su situación de victima y descubrir el sentido de la vida a pesar de las condiciones infrahumanas de los campos de concentración.

El concepto básico de la logoterapia es el de la perdida de sentido en la vida o vació existencial. Para frankl esta perdida de sentido es el elemento generador de un gran número de neurosis. Estas neurosis así generadas son denominadas en la logoterapia neurosis noogenas.
La labor del terapeuta de este enfoque es ayudar al paciente a encontrar o restablecer el sentido de su vida. Frankl opina que este sentido, que permite la realización del hombre, se encuentra en la entrega a una tarea o en el amor a una persona. Con respecto a esta conclusión y como un ejemplo de un fenómeno muy extendido en la historia de las ideas en general y en la de la psicoterapia en particular, que consiste en presentar las propias ideas en un contraste mayor con respecto a las demás del que realmente tienen, digamos aquí a propósito de la distancia que frankl trata de marcar con respecto Freud, que, tal como relata Eric Erikson, cuando alguien pregunto a Freud que había que hacer para vivir bien, este contesto: “lieben und arbeiten”, amar y trabajar.
Frankl propuso una variada lista de técnicas para lograr sus objetivos, algunas de las cuales han sido utilizadas por terapias de otras orientaciones (cognitivas, sistémicas). Entre las técnicas utilizadas por la logoterapia estan siguientes:
- El cuestionamiento por medio de preguntas de las interpretaciones del paciente
- La de- reflexión, o entrenamiento para no prestar una atención inadecuada al síntoma.
- La intención paradójica, en la que se invita al paciente a intensificar su síntoma, con lo que se cambia el sentido de su aparición.La biblioterapia, o sugerencia de lecturas relevantes al momento existencial o la problemática del paciente
[1] Introducción a las teorías de la personalidad” (Blanca Elena Mancilla Gómez, año 1999, pág. 388)

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